martes, 22 de julio de 2008

EL DEBATE SOBRE LA EUTANASIA EN LA UNIVERSIDAD CEU.



En Madrid en la Universidad CEU Cardenal Herrera bajo el título ‘Conflictos en Bioética’ se ha propuesto varias ponencias y mesas redondas la pasada semana que reunieron a Ángela Aparisi Miralles -directora del Instituto de Derechos Humanos de la Universidad de Navarra y observadora del Comité de Bioética de la UNESCO-, José Miguel Serrano Ruiz-Calderón -profesor de Filosofía del Derecho de la Universidad Complutense de Madrid y miembro de la Academia Vaticana Pro Vita- César Casimiro Elena -profesor de Bioética del CEU Cardenal Herrera de Elche-. El tema a tratar por estos cuatro prestigiosos docentes fue el de los derechos humanos y los límites que se deben imponer a la investigación desde una perspectiva cristiana.

Los tres expertos basaron la argumentación de la mesa redonda en el concepto de dignidad. Para el profesor Serrano, en la actualidad, “hay un ataque al concepto de dignidad, entendida como principio jurídico referente fundamental para mantener la protección del ser humano y del sistema democrático”. “La dignidad es la contraposición al totalitarismo como concepto que defiende a la persona. No se le puede dar otro sentido a la dignidad”, afirmó. Por ello, el profesor de la Complutense recordó que, en casos como la eutanasia, “no se puede dejar al Estado y mucho menos a un individuo particular, la potestad de decidir quién es digno y quién no”.

Por su parte, la profesora Aparisi explicó que todos los países del mundo se muestran partidarios de defender la dignidad humana, pero no hay una postura común a causa de la ‘ideologización’ del propio concepto que hace que, al final, “acabe eliminado el sentido de la dignidad”. La profesora recordó que “el ser humano es insustituible, los hombres no son fines subjetivos sino objetivos, ya que nuestro valor no se mide sino que valemos por el mero hecho de ser miembros de la raza humana”.

La profesora Aparisi aseguró que “el desarrollo actual de la bioética niega la universalidad, un aspecto básico de los derechos humanos”. Aparisi sostiene esta afirmación porque en la actualidad “no se considera con los mismos derechos al ser humano en sus etapas débiles”.La eutanasia y el aborto “se presentan como medidas progresistas pero en realidad son todo lo contrario, ya que restringen derechos a los más desprotegidos: embriones, minusválidos, ancianos o niños con malformaciones” añadió. Para Aparisi, “ésta es una visión utilitarista de la persona, que exalta la cultura de los derechos humanos pero niega la universalidad de los mismos, por discriminar a los más débiles”.

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