viernes, 28 de marzo de 2008

LOS ALIMENTOS Y LA ENERGIA SE DISPARAN UN 25% MAS EN ESPAÑA QUE EN LA U.E.


SUBIDA DE LOS PRECIOS EN EL ÚLTIMO AÑO

Sólo los países integrados del Este tienen aumentos superiores a los españoles
Los alimentos tienen un precio de venta superior a pesar de que en origen son más baratos
FRANCISCO NÚÑEZ
MADRID.- Al Gobierno ya le quedan pocos argumentos para defender que el rebrote inflacionista en España se debe exclusivamente a factores "exógenos". Según defendió en la campaña electoral el vicepresidente económico, Pedro Solbes, los altos precios internacionales del crudo y de algunos alimentos, entre ellos los cereales, tenían la culpa y afectaban a otros socios comunitarios.
Sin embargo, Eurostat, la oficina estadística europea, recoge en sus datos que el repunte inflacionista de esos productos es mayor es España que en Europa, nuestro principal mercado exportador. Lo que demuestra que el subidón también se debe a factores endógenos (internos) ante la falta de la liberalización de los mercados o de la vigilancia sobre la formación de precios, sobre todo en la alimentación y también en la energía.
Los alimentos, según los últimos datos del Indice de Precios al Consumo Armonizado (IPCA), se situaron en tasa interanual en febrero en el 7% en España frente al 5,8% de la media de la UE (de los 15 países). Es decir, los precios de los alimentos españoles fueron un 20% más elevados en media que los comunitarios a pesar de que la propia Eurostat informó que el coste de los productos agrícolas en origen se situó en 2007 en el 5,3%, por debajo de la media europea donde el avance fue del 7,5%. Por tanto, en España los alimentos tienen un precio de venta superior a pesar de que los productos del campo cuestan en origen más baratos que en los demás países europeos. Todo esto confirma el excesivo protagonismo de la intermediación y de la distribución en la formación de los precios en un país eminentemente productor.
Si observamos los precios de los alimentos por países, sólo las regiones del Este recién integradas (Bulgaria, Letonia, Lituania o Estonia) tienen una subida superior a la española. Por su parte, el incremento anual de estos precios en Alemania es del 6,3% y de Francia e Italia del 5%. Por tanto, el aumento del coste de los cereales y la caída de las cosechas no ha afectado a todos por igual, como defendió Solbes.
El transporte también sube más
Prácticamente ocurre lo mismo con la inflación de otros grupos relacionados con la subida del petróleo, aunque en este caso el incremento tiene que ver por el exceso de dependencia energética de España en el entorno del 80% y también por la ausencia de transparencia en la formación de los precios de los carburantes. Así, por ejemplo, a nadie le ha sorprendido que el gasóleo haya superado el precio de las gasolinas unos días antes del inicio de las vacaciones de Semana Santa (el 70% del parque automovilístico usa diésel). Por otro lado, las reservas de petróleo nacionales son de 100 días y sucede que, cuando sube el crudo, aumenta inmediatamente el precio de los combustibles, y tarda en bajar cuando se reduce su coste.
Los vaivenes del crudo no deben afectar a todos los países por igual porque la inflación del transporte se situó en febrero en España en el 7,6% frente a una media comunitaria del 5,4%, es decir, dos puntos largos más de diferencia (un 40%). De nuevo, los países del Este son los únicos que registran incrementos de precios superiores, mientras que Francia e Italia se sitúan en el entorno de la media europea y Alemania por debajo (4,4%). Los tres son los principales destinatarios de las exportaciones españolas y la inflación resta competitividad.

No hay comentarios: