jueves, 28 de febrero de 2008

EL ISLAM MALAYO DESATA UNA PERSECUCIÓN CONTRA LOS CRISTIANOS.

CRUZ BLANCA. MARC CHAGALL

Publicado el 28 Febrero, 2008 Publicado en la
sección Actualidad De Minuto digital

Malasia es una nación del sudeste asiático considerada un país islámico moderado. Pero ahora los cristianos están sufriendo restricciones como la prohibición para usar la palabra que siempre han empleado para referirse a Dios.
Es el caso de Daniel, un cristiano malayo que dice que le han forzado a renunciar a Cristo, pero él se ha negado.
Daniel es un joven malayo que ha tenido una vida secreta y a veces peligrosa, aseguró en una ocasión haber sido encerrado y golpeado. “Me han amenazado de muerte muchas veces los musulmanes radicales, pero por la gracia de Dios sigo vivo”.
Daniel se convirtió del Islam al cristianismo en 1998. El deseo de algunos malayos de salir del Islam es uno de los asuntos más controvertidos del país.
La polémica empezó el año pasado, cuando la Corte Suprema de Malasia rechazó la petición, de Lina Joy, una mujer convertida al cristianismo a tener tal reconocimiento legal.
El abogado musulmán y experto en Derechos Humanos Malik Imtiaz Sarwar, apoyó a Joy en el caso de su conversión. El caso “Concretó una base legal para implementar las medidas que según creemos, están socavando toda la estructura social de este país.”
La decisión forzó a Lina Joy a huir del país. Además el apoyo que Sarwar le dio lo convirtió en un hombre perseguido. Circularon carteles con su foto demandando su muerte y le llamaron traidor islámico, por pensar que los malayos merecen la libertad de escoger su religión.
Los malayos musulmanes son el 60% de la población. El resto son cristianos, hindúes y budistas. La Constitución de Malasia garantiza libertad de culto. Pero los no-musulmanes temen que esa libertad sea bloqueada por las poderosas fuerzas que quieren convertir a Malasia en un estado islámico.
Para el Reverendo Wong Kim Kong, de la Fraternidad Nacional de Cristianos Evangélicos los fundamentalistas creen que las leyes de Malasia deben ser conformes a la Sharía. Kim Kong dice que hay una sutil y gradual incursión de fundamentalistas en los asuntos y derechos de los cristianos. Por ejemplo, agrega el líder: “el gobierno malayo anunció hace poco que ciertas palabras árabes, como Alá no pueden ser usadas por no-musulmanes. Ellos afirman que Alá - que significa Dios – se refiere al Dios de los musulmanes y sólo los musulmanes la pueden usar.”
“Las autoridades islámicas no reconocieron que la palabra “Alá” precede al Islam. La palabra existía mucho antes de que naciera la religión islámica”, afirma el líder de la Fraternidad Nacional de Cristianos Evangélicos.
En medio de esta controversia se encuentra el Heraldo, un periódico cristiano, al que le han advertido en repetidas ocasiones que perderá su permiso si no deja de usar la palabra “Alá” en su sección en idioma malayo.
El Reverendo Lawrence Andrew, editor del periódico el Heraldo, considera que este caso es una afrenta a la libertad religiosa. “Definitivamente! es obvio! ¿si le dices a una persona de otra religión que no puede usar una palabra para adorar a Dios, hacia dónde vamos? ¿Hay otra palabra que podemos usar para Dios? no la hay!”, aseguró.
El Heraldo ha demandado al gobierno, declarando que la prohibición es inconstitucional y va contra de la libertad de culto.
Mientras tanto, las violaciones contra la comunidad cristiana continúan. Oficiales del departamento religioso de seguridad interna entraron a la fuerza en librerías cristianas y decomisaron libros para niños diciendo que violan la Sharía y provocan sensibilidades musulmanas.
Hace unas semanas agentes del servicio de aduanas de Malasia confiscaron 32 biblias a una mujer que estaba entrando al país. Ella declaró que las Escrituras eran para su grupo de estudio bíblico. Un pastor malayo asegura que esto es evidencia de que el país está siendo menos tolerante con otras creencias ajenas a la islámica

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