domingo, 14 de junio de 2009

Las niñas solas.





Las niñas solas.

Estos últimos y atareados días que precedieron a la “IV Semana de la familia”, he asistido minuto tras minuto al bombardeo de toda la artillería mediática de la siniestra, fundamentalmente del PSOE, sin ni tan siquiera disponer de cinco minutos para alzar la voz a favor una vez mas de la mujer y de la vida.

Se que el cruce de disparos se ha colocado a la altura de las niñas de 16 años que sin permiso paterno podrán abortar; Se que mi hija de 17 años necesita autorización paterna para salir en el recreo del instituto; Y soy consciente además que eso es lo único que esta siendo debatido por esta sociedad anestesiada por tanta fanfinfla televisiva, y finalmente, se que estas líneas son una gota de agua en medio del desierto al que nos conduce concienzudamente el gobierno presidido por Zapatero, pero no por ello quiero hoy dejar de exponer algunas ideas que desde que comenzaran estas diatribas hace días, me rondan la cabeza.

El primer error en el tema del aborto llego al dejar a la mujer “sola”, como quedo Eva mientras Adán dormía, y entonces una voz le dijo come y vivirás, así lo hizo, y así siempre vuelve a suceder: Esa misma voz, desde las filas de la izquierda ha vuelto a decirle: Come y serás como Dios, decide tu, porque tu por fin vas a ser libre y feliz. Todos los hombres por tanto somos en gran parte culpables, pues hemos dejado a nuestras mujeres solas, unas abandonándolas con el divorcio, otras sin la protección familiar necesaria, otras solas también en su maternidad, y la gran mayoría terriblemente solas, porque nadie verdaderamente las amo, y entrego su vida por ellas, ni tan siquiera alguien las previno diciéndoles que vendrán como siempre vienen las hienas que buscaran tu sangre, nunca se la des.

Las dejamos por tanto en manos de los aduladores, en manos de los timadores, en manos de las nuevas serpientes del siglo XXI que les dijeron ¿Cómo es que te han dicho que el aborto es malo?, ¿no te das cuenta que lo que quieren es limitarte?; Porque tu no puedes disponer de tu cuerpo, no puedes disfrutar, no eres libre y entonces: ¿Qué sentido tiene tu vida?.

Entienden ustedes ahora aquello del “nosotras parimos, nosotras decidimos”: Porque deben ser las niñas solas las que deben decidir.

Y al igual que Eva comió cuando estaba sola, la mujer de hoy comió en soledad de la manzana, y dio de comer también a su marido, que quedo relegado, sin voz, y de este modo entregaron a su hijo a la muerte; Después, tras el aborto comenzaran a lanzarse las culpas: fue Eva, fue la serpiente, fue Adán……..

Tu y yo somos culpables de que un ser humano con tan solo un día de vida pueda ser expulsado mediante la Pdd; Tu y yo somos culpables de que la ley diga que hasta los 14 días un ser humano es solo un pre-embrión; Tu y yo somos culpables de todos los abortos del mundo, porque si aceptamos tan solo uno, por violación, por problemas psicológicos, por malformación fetal, es como si aceptáramos la muerte de todos, porque no hemos hecho nuestra misión, , que no es otra que cuidar a la mujer y no dejarla sola, y así salvar al débil, al pequeño, defender a toda la humanidad, y no solo la de los sanos, y la de los ricos. o la de los que tengan madres sin taras psicológicas, sino a todo ser humano.

Por tanto los varones debemos de cuidar de las mujeres, estar pendientes de ellas, de sus necesidades y sufrimientos y nunca dejarlas solas; Y ellas necesitan aprender a pedir nuestra ayuda; Solo con eso, solo con un poco de atención de unos, y con un poco de humildad de otras, millones de niños no estarían hoy muertos.

¿Pueden ustedes ahora entender por qué estamos siendo expulsados del paraíso?; Lo diré mas claro, porque al igual que Adán y Eva fueron expulsados por sus pecados, hoy la masacre de millones de niños nos deja en una crisis moral tan grande que no sabemos en quien confiar, en una crisis mundial que nos lleva a una situación como aquella, o ya no recuerdan la expulsión del paraíso y aquello de: "Comerás el pan con el sudor de tu frente…….".

Andrés Marín de Pedro.

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